29
Oct.2008
La bruja apareció en la televisión y Tomás se asustó creyendo que en cualquier momento la bruja lo miraría directamente a los ojos para decirle que ella conocía todas las maldades que él había hecho durante ese día. Pero, la bruja encerrada dentro del televisor parece que ni siquiera se dio cuenta que Tomás la miraba y continuó como si nada, preparando sus embrujos.
Tomás entonces descansó un poco y se sintió mucho más tranquilo. Nadie le iba a contar a su mamá cuando llegara que se había comido todas las galletas que ella guardaba en la cocina, y podría perfectamente echarle la culpa a algún malvado ratón.
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Categoría:Cibercuentos, Cuentos infantiles de Halloween