Una vieja enferma de la vista llamó con la promesa de pagarle a un médico. Éste se presentó en su casa, y cada vez que le aplicaba el ungüento no dejaba, mientras la vieja tenía los ojos cerrados, de robarle los muebles poco a poco.
Cuando ya no quedaba nada, terminó también la cura, y el médico reclamó el salario convenido. Se negó a pagar la vieja, y aquél la llevó ante los jueces. La vieja declaró que, en efecto, le había prometido el pago si le curaba la vista, pero que su estado, después de la cura del médico había empeorado.
– Porque antes -dijo- veía todos los muebles que había en mi casa, y ahora no veo ninguno.
A los malvados, sus mismos actos los delatan.
Vocabulario:
Ungüento: en otro tiempo, droga aromática, perfume.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Responsabilidad
Un médico tenía en tratamiento a un enfermo.
Este murió, y el médico decía a las personas del funeral:
-Si este hombre se hubiera abstenido del vino y se hubiese puesto lavativas, no hubiera muerto.
-¡Amigo, le contestaron-, no es ahora, que no sirve de nada cuando tenías que haber dicho esto, sino antes, cuando tu consejo podía haber sido de provecho!
Las correcciones debemos hacerlas siempre en el momento oportuno y no dejarlas sólo para mencionarlas cuando ya es tarde.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Responsabilidad
Gritaba un día una rana desde su pantano a los demás animales:
– ¡Soy médico y conozco muy bien todos los remedios para todos los males!
La oyó una zorra y le reclamó:
– ¿Cómo te atreves a anunciar ayudar a los demás, cuando tú misma cojeas y no te sabes curar?
Nunca proclames ser lo que no puedes demostrar con el ejemplo.
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