Había una mamá coneja que tenía muchos conejitos. Todos eran muy blancos. Y también, como todos los niños eran muy juguetones y un poquito locos. Así que siempre estaban jugando por el campo.
Pero un día todo el paisaje apareció también blanco. ¡Había nevado!. y la mamá coneja, cuando fue a buscar a sus pequeños no los podía encontrar porque como eran blancos, se confundían con la nieve. Entonces fue a buscar pinturas y pintó a sus conejitos de todos colores. ¡Ahora sí podía verlos fácilmente jugando en la nieve blanca! Todo anduvo bien hasta que un día, al mirar al campo, no pudo encontrar nuevamente a sus conejitos queridos. ¡Había llegado la primavera con todo su esplendoroso colorido!
Entonces llamó a sus niños y uno a uno los lavó y los volvió a dejar de su color natural, el blanco.
Ahora los podía observar tranquilamente como corrían por el florido campo. Estaba muy feliz. Hasta que un día, pasado el tiempo… ¡volvió a nevar!… y este cuento vuelve a comenzar…
Categoría:Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles