23
Mar.2009
Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca…
Pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.
Leer más
Categoría:Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles