22
Mar.2009
Mientras te acurrucas, voy a contarte una pequeña historia mi amor: Érase una vez un pequeñito muy hermoso que se llamaba Edgar Andreas, y que esa fría noche de invierno, cansado estaba de tanto jugar, reír, brincar y bailar, estabas adormilado y las estrellas y la luna como siempre, vinieron a darte un beso de buenas noches, pero en esta ocasión trajeron a una invitada muy especial, a la Aurora Boreal.