27
Nov.2008
Ahora te voy a contar las aventuras de Alicia en la casa del Conejo Blanco.
Recuerdas que al Conejo Blanco se le cayeron los guantes y el abanico del susto que se llevó al oír la voz de Alicia que parecía venir del cielo. Bueno, comprenderás que no podía presentarse a visitar a la Duquesa sin guantes y sin abanico; de manera que al cabo de un rato volvió para buscarlos.
Para entonces ya se habían marchado el Dodo y las demás criaturas extrañas, y Alicia estaba deambulando solita por allí.