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Abr.2008
Érase una vez un gato que se sentía muy solo. Se llama Misi y lo abandonaron. Era blanco como la nieve, veloz como un lince. Un día dos alas le crecieron y EL GATO ALADO le llamaban, mientras sus anteriores amos clemencia y perdón le suplicaban.
FIN
Escrito por Habiba Sadok
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Categoría:Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles