TU DIENTE ESTABA MUY DESCUIDADO, POR ESO NO TE DEJO NINGUN REGALO. TIENES QUE LAVARTE LOS DIENTES.”
Me enfadé tanto que empecé a comer gominotas, chupas, chicles…Pero al cabo de unos días me empezaron a doler mucho los dientes y no sabía que hacer, por la noche cuando estaba en cama, de repente se me apareció una muela negra y fea que me dijo:
«MARCELINO; NO TE PREOCUPES, SIGUE COMIENDO CARAMELOS.»
Y al rato se me apareció otra muela, pero esta muy brillante y me dijo:
«NO HAGAS CASO MARCELINO, DEBES LAVARTE LOS DIENTES Y NO COMER TANTAS CHUCHERIAS, QUE NO SON BUENAS».
Yo hice caso a la muela negra y por eso ahora ya no tengo dientes.
Al oír esto Brais corrió a su casa a lavarse los dientes, y como no quería que se le cayeran como a su abuelo, se los lavaba todos los días.
Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.
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