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Jun.2008
Un flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Vio una zorra al hambriento cuervo eternizado en la higuera, y le preguntó qué hacía. Una vez que lo supo, le dijo:
– Haces muy mal perdiendo el tiempo confiado a una lejana esperanza; la esperanza se llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
Si tienes una necesidad inmediata, de nada te servirá pensar satisfacerla con cosas inalcanzables.
Categoría: Cibercuentos, Fábulas sobre la Responsabilidad
Etiqueta ayuda, cuervo, esopo, fabula, hambriento, infantil, juvenil, responsabilidad, valores, zorra