20
Jun.2008
Cayó una mosca en una olla llena de carne. A punto de ahogarse en la salsa, exclamó para sí misma:
– Comí, bebí y me bañé; puede venir la muerte, no me importa ahora.
Al irresponsable no le importa el fracaso si su llegada a él le depara buenos momentos.
Categoría: Cibercuentos, Fábulas sobre la Responsabilidad