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La gran aventura de Juanito

(El niño que se convirtió en perro)

Hace mucho, mucho tiempo  existió un pequeño pueblito llamado amor, en el habitaban quinientas personas y todas eran amables, puesto que ayudaban entre ellos, pero Había- uno, uno de los quinientos, un pequeño niño que era muy inquieto, molestaba a todos incluso a los pobres animalitos esas pobres e indefensas criaturas que no le hacen mal a nadie.

Un día  Juanito se arto de la vida en su casa, pensaba que era muy aburrida y decidió huir de su casa. Juanito se levanto muy temprano casi de madrugada para que su mama no lo escuchara y no pudiera detenerlo, el niño empaco lo necesario; ropa y un poco de comida y muchos, pero muchos dulces. – salió lo mas despacio posible, paso por paso, muy sigilosamente, ya en la puerta habiendo cumplido parte de su gran aventura, pero todo estaba oscuro y como a todo niño le daba un poco de miedo pues se escuchaban ruidos extraños.

HAAAA Zzzzzzzzzhaaaaaaaaaaaa!

El niño se dijo a si mismo –Tengo que ser valiente, tengo que irme de mi casa, estoy arto de todo, de esta vida tan aburrida, tan simple. Tengo que huir y ser libre para hacer lo que a mí me gusta. Entonces se armo de valor y abrió la puerta, a pesar de los ruidos y de la inmensa oscuridad salió de su casa, su pobre madre, aquella hermosa mujer que no ha hecho más que trabajar y velar para que a su único hijo no le faltara nada.

Su pobre madre dormía profundamente.

No se imaginaba que al despertar su hijo no estaría, no imaginaba la preocupación y la desesperación el la que habría de caer. – Juanito no tenia idea del daño que le causaría a su madre, no tenia idea  de nada, no savia lo que podría encontrarse en la calle. Luego de caminar por una hora Juanito se detuvo a descansar en un árbol. En ese momento vio a un perro orinando en el pasto.- Juanito agarro una piedra y sin pensarlo se la arrojo y le pego en la cabeza. El perro salió corriendo, lleno de miedo y aturdido por el golpe que le dieron.
Juanito se empezó a reír del perro, de la forma en la que salió huyendo. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA se reía, ya habiendo echo su maldad el niño empezó a caminar otra vez, pensando en que lugar habría más animales para molestar y hacerles tantas maldades se le ocurrieran.
Pensando y pensando llego a un enorme bosque, un lugar donde podría molestar a todos los animales que  se le cruzaran en el camino. Juanito estaba tan contento de haber encontrado ese lugar, era como un sueño echo realidad, apenas y entro al bosque y empezó a molestar a los animales, les hacia bromas, les aventaba cosas. – Juanito era tan feliz haciendo maldades que en su pobre madre no pensaba ni un minuto.
Ya amaneciendo, en la casa de Juanito se levanto la mama de Juanito, se dirigió a la cocina para hacer el desayuno para su hijo. – La madre le hablo- Juanito, Juanito ven a desayunar, pronto que se te hace tarde para ir a la escuela. Al ver que Juanito no bajaba, la madre decidió ir a su recamara y al ver que su hijo no estaba empezó a angustiarse, lo busco por toda la casa y no lo encontró, pobre mujer cayo desmayada en la entrada de su casa. Pedro el cartero iba pasando y al ver que a la señora que estaba en el suelo desmallada dejo sus deberes y se dirigió a ayudar a la señora.

¿Señora, señora que le ocurrió? Pero al ver  que la señora no respondía, la cargo entre sus brazos y la llevo a adentro de su casa para recostarla en el sofá. El cartero no se imaginaba la tragedia por la que estaba pasando la mama de Juanito. Tan rápido como pudo fue por el alcohol y se lo empezó a pasar por la nariz hasta que María pudo reaccionar.
Pedro el cartero le pregunto – ¿Qué le paso señora? ¿Por qué se desmayo?
La madre le contesto- Mi hijo, mi hijo no esta, no lo encuentro, no se ni a que horas pudo haber salido, no se donde buscarlo ¿Que voy a hacer? Dios mío por favor cuídalo y ayúdame a encontrarlo. El cartero le dijo que no se preocupara que pronto apareciera.
El cartero y la mama de Juanito se dirigieron a las casas de sus amigos, al ver que Julio uno de los amigos de su hijo iba saliendo de su casa para ir a  la escuela, le preguntaron que si no había visto de casualidad a su hijo. Julio le respondió que no había visto para nada, le dijo que a lo mejor ya estaba en la escuela. Se dirigieron a la escuela con la esperanza de encontrar a Juanito. Entraron al salón, lamentablemente Juanito no se encontraba en el salón ni en la escuela.

María empezó a llorar y a preguntar que si nadie había visto a su hijo, pero nadie sabía donde estaba Juanito, nadie lo había visto para nada.

María se fue en compañía de Pedro y se fueron a su casa donde esperaron horas y horas hasta que callo la noche, María estaba tan triste que no quería comer ni dormir hasta que apareciera su hijo. Mientras que Juanito hacia maldades, una mujer lloraba inconsolablemente en su casa. Ya caída la noche Juanito se dijo a si mismo- Tengo que dormir, pero ¿En donde?

Caminando por el inmenso bosque, a lo lejos vio una luz, sin pensarlo se dirigió a ella. Juanito estaba tan cansado que apenas y podía caminar, sentía que sus pies eran dos enormes piedras y pensaba que no llegaría, pero Juanito no se daba por vencido, camino y camino durante una hora y al ver lo que se encontraba enfrente de el se quedo completamente sorprendido.

Juanito dijo- ¡HO! Este es el árbol más grande que he visto en toda mi vida, pero ¿por que se ve como una casa? Juanito se asomo por una ventana y efectivamente era una casa, al ver que no había nadie decidió entrar a echar un vistazo. El niño reviso todo el lugar hasta llegar a un cuarto donde había una cama enorme, pensó que no estaría mal recostarse un rato y así descansar las piernas que le dolían de tanto caminar.

Juanito se recostó en la cama, al sentir que era muy cómoda, al instante se quedo dormido y no escucho que alguien había llegado. La dueña de la casa era una señora muy viejita. Cuando la señora entro de inmediato se dio cuenta que alguien avía entrado, tan rápido como pudo fue a su curto para ver si no le robaron nada. Al ver que la persona que entro a su casa era tan solo un niño, dejo de preocuparse y lo dejo dormir; por que en la cara de Juanito se le notaba que estaba demasiado cansado.

Faltando poco para que amaneciera, la viejita hizo el desayuno y lo dejo sobre la mesa. Dejando todo listo sobre la mesa la viejita salió de la casa y nuevamente se adentro al bosque. Cuando Juanito despertó, se pregunto- ¿Qué nadie vivirá en esta casa? Juanito salió de la casa y empezó a buscar a la persona que vivía ahí, pero no encontró a nadie, entonces grito- holaaaaaaaaaaaa holaaaaaaaaaaaaaa alguien vive en esta casa, pero nadie respondía.

En ese momento Juanito se dijo a si mismo- Si nadie vive en esta casa, entonces viviré yo en ella.

Al ver que nadie le respondió, decidió entrar a su nueva casa; se dirigió hacia la cocina y al ver la comida sobre la mesa  quedo sorprendido y se pregunto- ¿Que hace, mas bien quien pre
paro la comida? si ya busque por todas partes y no vi a nadie.

Juanito tenía tanta hambre que no le importo quien había preparado la comida y al instante empezó a devorarla, ya habiendo terminado decidió ir a caminar un rato para que se le bajara la comida. Al ir caminando Juanito, solo pensaba en hacer bromas a alguien más, pero a quien decía el niño si aquí no hay personas solo yo. En ese momento vio a unos conejos que estaban comiendo afuera de su madriguera y se acerco lentamente para que no lo escucharan, ya estando cerca salto sobre ellos gritando: ¡Me los voy a comer!

Los pobres conejos salieron huyendo llenos de miedo y el niño solo reía y se burlaba al ver como corrían. JAJAJAJAJAJA, tontos conejos se lo merecían.

El niño no se dio cuenta pero lo estaba vigilando, estaba observando como era en realidad el niño. Al ver que no hacia más que molestar a los animales, decidió darle un buen escarmiento y nada mejor que convertirlo en lo que a el tanto le gustaba molestar, si en un animal.

Pero no sabia en que convertirlo, se puso a pensar y pensar hasta que por fin le llego una idea a la cabeza.

La viejita se decía una ves y otra ves- Si eso es en eso lo convertiré y no podrá regresar a ser un niño hasta que haga una buena acción por alguien y se de cuenta que el hacer maldades no es bueno y no trae cosas buenas.

Así la viejita se dirigió a su casa, para preparar la poción mágica. Ya estando en la casa busco todos los ingredientes que necesitaba para llevar a cabo dicha pócima. Cuando termino de prepararla, la echo en una jarra de leche que había dejado en la mesa para que cuando Juanito regresara a la casa tomara un poco. Ya habiendo dejado todo listo la viejita salió de la casa y nuevamente se adentro al bosque.

Juanito, al sentirse satisfecho por haber asustado a los conejitos se fue a la casa para darse un buen baño ya que estaba completamente sucio. Ya en la casa el niño se metió a la ducha, el color del agua que caía de su cuerpo era de color café puesto que estaba demasiado sucio.

Así que Juanito se tallaba demasiado fuerte para que se le cayera toda la mugre, al terminar de bañarse se dirigió a la cocina para comer y tomar algo antes de dormir. Buscando por toda la cocina hasta que vio una jarra de leche y se le antojo tanto que bebió más de la mitad de la jarra. Después de esto Juanito se fue a dormir a la enorme cama.

En el transcurso de la noche el niño estaba sufriendo una transformación, sus manos y pies se convirtieron en patas y le empezó a salir pelo por todo el cuerpo hasta que al fin se convirtió en un pequeño perro.

Grande fue la sorpresa de Juanito al ver que ya no era un niño y no sabia por que le había pasa do eso a él.

Juanito salió corriendo… Corrió y corrió hasta que no pudo más. Una y otra vez se preguntaba- ¿Qué me ha pasado? ¿Por qué a mí? El niño aun no lo entendía, no entendía que lo que le había ocurrido fue por una sola razón, sí, por ser malo, por molestar a la gente y sobretodo a los pobres animalitos. A Juanito no le quedo más que resignarse a su nueva apariencia, a su nueva vida, una viada distinta a la de un ser humano. Después de un rato el niño por fin acepto que se había convertido en un perro y su afán por molestar a los demás por fin desapareció, ahora lo único que tenia en mente Juanito era buscar la forma de regresar a ser un niño nuevamente. Así que se adentro en el bosque buscando a alguien que pudiera ayudarlo en el gran problema en el que se había metido, paso horas y horas y no encontró a nadie, en ese momento Juanito empezó a llorar y decía en voz alta que se arrepentía de todo lo malo que había echo y sobretodo por haber abandonado a su mama, Juanito en verdad estaba arrepentido.

Su llanto conmovió a unos conejitos que iban pasando, los mismos que el niño había molestado pero ellos no sabían que era Juanito. Sin dudarlo y conmovidos por su llanto se acercaron al perro y le preguntaron- ¿Qué es lo que te pasa perrito? ¿Te podemos ayudar en algo?

El perro voltio pensando que eran unas personas, pero al no ver a nadie mas que a los conejos, nuevamente se voltio y comenzó a llorar.

Volvió a escuchar que alguien le hablaba, en ese momento, en ese momento se dio cuenta que los que le hablaban no eran otro sino los conejos.

¿Te pasa algo?- Volvieron a preguntar.

Juanito o más bien el perro, quedo sorprendido al escuchar que podían hablar y sin dudar ni un instante les contesto.- No se como paso, pero yo soy un niño y alguien me ha convertido en un perro.

Los conejos empezaron a susurrar entre ellos. – Y a este perro ¿que le pasa? Dijo uno y el otro le contesto, al mejor  esta loco y se empezaron a reír.

El perro les dijo que no estaba loco, que lo que les había dicho era verdad, les contó todo lo que había echo, les contó que se había escapado de su casas por que ya no aguantaba la vida tan aburrida que tenia, les dijo que molestaba a la gente y a los animales. Al escuchar esto los conejos quedaron sorprendidos y a la vez molestos, por que recordaron que el los había molestado.- Enojados le preguntaron que por que molestaba a los animales. El muy apenado y con la cabeza agachada les dijo que lo hacia por diversión, también les dijo que estaba arrepentido por todo lo malo que les había echo y les pidió que lo perdonaran.

Uno de los conejos le dijo- Suficiente castigo es lo que te ha pasado, tal ves así aprendas que hacer maldades no esta bien. – otro añadió; No te preocupes, claro que te perdonamos y si tu quieres podemos ayudarte a buscar la forma de que regreses a ser un niño otra ves.

Juanito el perro les dio las gracias por haberlo perdonado y también por querer ayudarlo en el problema que tenia. El perrito ahora ya no estaba solo pues había encontrado unos nuevos amigos que le ayudarían a encontrar a la persona que lo regresara a ser un niño. El perro les dijo a los conejos que quería disculparse con todos los animales a los que había molestado, así que Juanito y los conejos fueron con cada uno de los animalitos y les contaron lo que le había ocurrido al niño, a su ves Juanito les pidió que lo disculparan y les juro que nunca más en su vida volvería a molestar a un animalito. Todos en el bosque estaban felices, pues el niño que una vez fue malo por fin se dio cuenta del daño que había causado. Después de todo esto, los animales del bosque se pusieron de acuerdo para poder ayudar a Juanito a ser un niño otra vez.

Paso más de una semana y ni uno de los amigos del perro pudo encontrar la forma de ayudarlo, Juanito poco a poco fue perdiendo las esperanzas de volver con su madre siendo un niño nuevamente. Ahora solo le quedaba acostumbrarse a la vida que tenían los animales en el bosque.

Transcurrido un tiempo, Juanito volvió a encontrarse con sus amigos los conejos y se quedaron platicando por horas. El perro les dijo que no habían encontrado a nadie que pudiera ayudarlo. Uno de los conejos le dijo- No te preocupes amigo, ya veras que llegara algún día en el que alguien podr&aacut
e; ayudarte. Otro de ellos le dijo- ¿y por que no regresas a donde vivías?

Tal vez haya encuentres la solución a tu problema.

Nuevamente el perro se lleno de esperanzas y decidió ir a su casa, sus amigos le desearon que tuviera suerte y le dijeron que en el bosque siempre tendrá un hogar y amigos con los que puede contar. Juanito les agradeció por todo lo que habían echo por el y le prometió que si no encontraba a nadie que pudiera ayudarlo, regresaría a vivir con ellos para siempre.

Así Juanito el perro emprendió el viaje de vuelta a su casa, con la esperanza de regresar a ser un niño otra vez. Cuando  Juanito llego al pueblo donde vivía, lo primero que le llego a la mente fue ir a ver a su mama, por primera vez en su vida Juanito extrañaba a su madre.

Cuando al fin Juanito se encontraba enfrente de su casa comenzó a llorar y a gritar que lo perdonaran, que estaba muy arrepentido, pero nadie en el pueblo podía entenderlo; pues para las personas solo eran ladridos. La gente del pueblo al oír los ladridos del perro, empezaron a gritar que lo callaran por que tenían que descansar. La madre de Juanito salió para ahuyentar al perro y al ver los ojos de este vio algo familiar, algo que le recordó a su amado hijo, en ese momento comenzó a llorar y pedir a Dios que donde quiera que este su hijo, se encontrara bien.

Al oír esto el perrito empezó a recordar lo mal que se había portado con su pobre madre y solo entonces comenzó a valorar a su mama. Al no soportar ver a su madre llorar, Juanito salió corriendo lleno de tristeza y arrepentimiento por lo que le había echo a su mama.

Juanito al ir pensando en su mama no se dio cuenta que enfrente de el iba pasando otro perro y así se impacto con este. Perdón dijo Juanito- Fue mi culpa. El perro le contesto- no te preocupes, pero dime- ¿Por qué estas tan triste? ¿Qué te ha pasado?

Juanito el perro lleno de vergüenza le contó lo que había echo, después le pidió perdón. El perro se quedo desconcertado al no saber por que le pedía perdón, si nunca lo había visto en su vida.

Juanito le contesto que sí lo conocía, que el era el niño quien le aventó la piedra.

El perro le dijo- ¿Te estas burlando de mi? O ¿Qué es lo que quieres?

No, no me estoy burlando de ti, todo lo que te he dicho es verdad, yo soy ese niño a quien le gustaba hacer maldades, pero ahora estoy completamente arrepentido y buscaba el perdón de todos aquellos a los que había molestado.

¿Pero como fue que te convertiste en un perro? Le pregunto.

No lo se le dijo Juanito, lo único que recuerdo fue haber llegado a una casa que se encuentra en lo profundo del bosque y que tiene la forma de un árbol.

Tal vez yo soy quien te hizo esto, pero no se si quiera ayudarte, Juanito lleno de alegría le rogó que le dijera quien era esa persona y donde vivía, pues quería ir a verla. El perro le dijo que justamente vivía en la casa que había encontrado en el bosque, le dijo que la señora era una viejita llamada Marian y se encargaba de cuidar a todos los animales del bosque y solo ella puede hablar con nosotros. Justamente hoy voy a ir a visitarla, si tu quieres puedes acompañarme.

Así entonces los dos perros se dirigieron a la casa de Marian, ya estando enfrente de la casa se encontraron dos platos de leche. En ese momento se abrió la puerta y salió la viejita invitándolos a que pasaran. Les dijo que los estaba esperando, Juanito al oír esto se quedo sorprendido pues nunca había visto a la viejita.

Marian agacho la mirada y se dirigió a Juanito y le dijo- Tal vez tu no me conozcas pero yo a ti sí; yo he visto como te comportas con las personas y con los animales del bosque y por esa razón te convertí en un perro. Veo con agrado que has hecho muchos amigos aquí en el bosque, yo se a que has venido a mi casa, lamentablemente yo no puedo hacer nada por ti.

Juanito le pregunto que por que no podía ayudarlo si elle fue la que lo había convertido en un perro.

Marian le contesto- El único que puede ayudarte eres tu mismo, algún día entenderás lo que te he dicho hoy y cuando llegue ese día regresaras a ser un niño otra vez, pero debes ser paciente, recuerda que todo lleva su tiempo.

Juanito no tuvo otra salida que aceptar lo que le había dicho la viejita Marian y así regreso a su pueblo esperando ansioso ese día en el que regresaría a ser un niño otra vez. Pasaban y pasaban los días y Juanito solo pensaba en una cosa, en regresar con su mama y por esa única razón  Juanito luchaba día con día para averiguar la respuesta a su problema.

Juanito decidió ir a su casa para vivir ahí con su madre, aunque esta no supiera que era el. María al ver que el perro no se iba, dejo que se quedara, Juanito estaba feliz de poder estar cerca de su madre y así cuidar de ella. El la acompañaba a donde quiera que fuera, nunca la dejaba sola. María ya no estaba sola, pero aun le hacia falta el amor de  su hijo.

Ya había transcurrido un año desde que Juanito huyo de su casa, sus amigos siempre iban a visitar a su mama, pues tenían la esperanza de que algún día regresara su amigo.

Hoy era un día muy especial, pues el pueblo tenia una gran fiesta, todos estaban apurados por preparar las cosa y que todo quedara bien para el atardecer.

María también contribuía  a los preparativos aunque esta estuviera triste por la perdida de su hijo.

Mientras que en el pueblo hacían los preparativos para la gran fiesta, los amigos de Juanito fueron a jugar al río para distraerse un rato. Un grupo de niños al pensar que Julio sabía nadar lo agarraron y al contar tres lo arrojaron dentro del río. ¡Todos ellos reían!

JAJAJAJAJAJAJAJAJA    JAJAJAJAJAJAJA  ¡Pobrecito no les da risa!

Julio empezó a gritar- No se nadar, por favor ayúdenme, me ahogo.

Al escuchar los gritos de desesperación de Julio un par de niños fueron corriendo al pueblo a pedir ayuda.

Todos en el pueblo, al escuchar lo que le había ocurrido a Julio; al oír esto Juanito salió corriendo, pues el que se encontraba en peligro era su amigo.

La gente al ver que la corriente lo empezó a arrastrar, ya no pudieron hacer nada, pero en ese momento de la nada salió Juanito el perro y salto al río para ayudar a su amigo, nadaba con gran esfuerzo hasta que pudo alcanzar a Julio y lo mordió de la camisa para así poder arrastrarlo hacia la orilla.

Al ver que el niño estaba a salvo fueron todos corriendo para ver como se encontraba. Por primera vez en su vida, Juanito había echo algo bueno por alguien y esa era la gran respuesta para poder resolver el gran problema en el que se había metido.

En el momento en que la gente se acercaba a Julio, un gran luz rodio a el perro. Al ver esto las personas retrocedieron un poco y quedaron aun más sorprendidas al ver lo que le estaba ocurriendo al perro.

Entre toda la gente estaba María la mama de Juanito, al ver que el perro se transformaba en un pequeño niño quedo sorpr
endida, pero algo la motivo a que se acercara hasta que la luz desapareció y ahí, en el suelo estaba tirado Juanito.

María al ver a su hijo fue corriendo hacia el y lo tomo entre sus brazos, Juanito abrió los ojos y al ver a su mama le pidió perdón por lo que le había echo, después la abrazo con una ternura que logro conmover a todos en el pueblo.

Juanito recordó a su amigo y en ese momento se levanto y fue a ver como se encontraba. Julio le dijo que el se encontraba bien, pero que lo único que importaba en ese momento era que el hubiera regresado.

Juanito les contó a todos en el pueblo todo lo que le había ocurrido después de haber huido de su casa, les contó como se la pasaba molestando a los animales y a la gente, les contó de la casa que había encontrado en lo profundo del bosque. Les platico de la señora que vivía en esa casa y les dijo que ella se encargaba de cuidar a todos los animales del gran bosque, también les contó que tenia muchos amigos en el bosque y que ahora el también podía hablar con los animales.

Las personas del pueblo quedaros sorprendidas al escuchar todo lo que le había ocurrido al pequeño niño.

Juanito les pidió una disculpa a todos en el pueblo, pero principalmente a su mama, pues ella fue la más afectada de todos y le prometió que de ahora en adelante se portaría bien.

Ese día se celebro una gran fiesta y toda la gente estaba feliz por que el hijo de María había aparecido.

Después de ese día Juanito nunca volvió a hacer una travesura, al contrario le ayudaba a toda la gente y a los animalitos.

Y así todos vivieron felices por siempre.

De nuestra compañera Yesenia Castro Montes, 17 años.