27
May.2008
Había una vez un lugar mágico, lleno de nubes de colores, montañas fantásticas, flores tan hermosas y raras que solo las podrías ver en un sueño. En este lugar las casas eran unos hongos con luces de neón llenos de colores brillantes donde habitaban duendes, en el aire se respiraba un aroma mágico y musical.
En este lugar habitaba una pequeña duendecilla llamada Milka la cual no se quejaba de su vida pero ella sentía que le hacia falta algo. Un día fue a buscar a Xilom, quien era el jefe de la pequeña aldea donde vivían, el habitaba en el gran Callampa, que era la casa –hongo mas grande de aquel lugar, Xilom era el mas viejo y sabio de la aldea ya que el había nacido desde que la primera flor apareció.
En este lugar habitaba una pequeña duendecilla llamada Milka la cual no se quejaba de su vida pero ella sentía que le hacia falta algo. Un día fue a buscar a Xilom, quien era el jefe de la pequeña aldea donde vivían, el habitaba en el gran Callampa, que era la casa –hongo mas grande de aquel lugar, Xilom era el mas viejo y sabio de la aldea ya que el había nacido desde que la primera flor apareció.
-Xilom, vengo a pedirte un consejo- dijo Milka –que se te ofrece, ven acércate y dime que te sucede- le contesto Xilom. Milka le comenzó a contar a Xilom lo que le pasaba diciéndole que sentía que le faltaba algo, y que ya no se sentía a gusto, tras mucho conversar Xilom le dio una solución.-mira Milka, este es un mapa el cual te va a guiar a donde esta lo que buscas, ve y encontraras la solución- le dijo Xilom a Milka.
Al tener Milka el mapa en sus manos lo observo una y otra vez mientras que en su cabeza había un mar de preguntas, ¿Qué seria lo que iría a buscar?, ¿Por qué se había llegado a sentir así? Y la que mas la intrigaba -¿encontrare lo que busco?-
El mapa, era un mapa viejo ya muy desgastado, las letras casi no se veían, pero a pesar de esto ella podía sentir que en ese mapa viejo encontraría su respuesta. En el mapa habían dibujados cinco puntos, uno de ellos era un túnel, el cual se dirigió a buscar sin pensarlo dos veces.
Ya habían pasado aproximadamente cuatro días caminando entre varias cuevas y obteniendo algunos conocimientos de aquella aldea llamada “Pirmarai” empezaba a obtener conocimientos de otras cosas que no tenia ni idea y también conoció a algunos de los habitantes de aquel lugar. Al quinto día comenzó a ver la entrada al túnel –al fin llegue- dijo Milka y corrió tan rápido como sus piernas la dejaron, ya estaba adentro del túnel todo parecía ir bien y de repente ahí había una duendecilla que habitaba en esa aldea al parecer estaba buscando un collar que se le perdió y era muy importante para ella y al pasar Milka por ahí chocaron – ¡ten cuidado!-le respondió Milka con una voz no muy dulce, pues en ese momento solo estaba preocupada por llegar al punto final de su mapa, -fíjate tu- le contesto la otra duendecilla no muy amablemente pues al parecer no se habían caído nada bien.
-Mira, pequeña duendecilla, no tengo tiempo de jugar estoy en busca de algo que me hace falta y necesito encontrarlo- le dijo Milka a la duendecilla.-mira, deja de decirme duendecilla, mi nombre es Alura y además yo perdí algo mas importante, un collar-le respondió Alura.
-Mira Alura no hay que pelear mejor tu sigue tu camino y yo el mío- le dijo Milka –me parece mas que bien- le respondió Alura. Pero se llevaron una gran sorpresa pues cuando ya iban a la mitad del túnel se empezó a formar una pared de burbujas, una tras otra y otra y otra mas, era imposible salir de ahí, las dos se pusieron tensas y nerviosas pues pensaron que se quedarían ahí para siempre. –Tranquilízate- le dijo Alura a Milka mientras la abrazaba, pues la desesperación ya era demasiada y al hacer esto se dieron cuenta que se empezaron a reventar las burbujas y así poco a poco salieron del túnel.
Al estar en la claridad del día se sintieron muy aliviadas y se dieron cuenta de que juntas podían hacer cosas muy impresionantes y de la nada ya estaban platicando acerca de sus respectivas aldeas, tras hacer un intercambio cultural y conocerse un poco mejor, Milka le contó a Alura por que estaba ahí y a Alura le cayo tan bien Milka que tomo la decisión de preguntarle si la dejaba acompañarla, por supuesto que Milka no se negó al verse metida en tanto embrollo y salir con bien no le podía negar eso a Alura aparte que le empezaba a caer bien, así que juntas se dirigieron a su nuevo destino.
El siguiente punto en el mapa no se veía tan lejano como la aldea de “pirmarai” esta próxima aldea estaba llena de montañas muy hermosas con unas figuras increíbles y cosas tan raras, subidas y bajadas, cosas nuevas para ellas, tal vez hasta llegaron a sentir un poco de miedo e inseguridad al principio, pues a pesar de que se veían tan increíbles era algo totalmente nuevo para ellas, este lugar se llamaba “riada-cunse”.
Seguían caminando ya estaban un poco cansadas y muy hambrientas, entraron a la aldea todo parecía normal, solo que les estaba costando un poco de trabajo acostumbrarse a tanta subida y bajada, pero ya no se sentían tan raras, de pronto a lo lejos vieron una chocita que se veía muy acogedora en donde vivía una duende que se hacia llamar Anadi, -hola- las saludo de forma calurosa, -hola- le respondieron –venimos en busca de un lugar para poder comer algo, le podemos ayudar en lo que quiera- le dijeron Milka y Alura, – no se preocupen y no me hablen así, soy como ustedes , pueden tener confianza en mi, por cierto pasen y coman- les dijo Anadi.
Milka y Alura se la quedaron viendo y decidieron pasar a comer aunque no le tuvieron confianza a la primera pues habían oído que en aquella aldea acostumbraban a portarse mal con los demás duendes y a hacerles travesuras, pero aun así se arriesgaron y decidieron sentarse a comer.
La platica en la comida fue muy amena y se empezaron a caer muy bien, Milka le platico que ella estaba ahí por que estaba en busca de algo que le hacia falta y por eso tenían que seguir la ruta del mapa tan raro, Alura le dijo que ella había decidido acompañar a Milka por curiosidad y por que tenia un buen presentimiento de esto, Anadi se mostró muy interesada en la platica cuando de repente entro Isul quien era amigo de Anadi, después de saludarse Anadi les presento a Isul a Milka y a Alura, Isul se sentó con ellas a comer y escuchar la platica esa noche la pasaron muy bien.
A la mañana siguiente fue a verlos Yekisca que no era una duende muy amable pero eso si algo hipócrita con los demás, entro a la casa de Anadi para enterarse de lo que pasaba y justo entro cuando ya estaban a punto de irse Milka y Alura, -hola, ¿ quienes son ustedes y a donde van? – les pregunto Yekisca – a pues ya se van de nuevo a su viaje les respondió Anadi, Isul quien era un duende muy aventurero las quería acompañar pues ya quería hacer lago diferente en su vida, pero por supuesto que no podía quedar sola Anadi, así que empacaron y las decidieron acompañar, Yekisca también fue con ellos, parecía buena pe
rsona Milka no se opuso pero como que a Alura y a Anadi no les agradaba del todo la idea.
rsona Milka no se opuso pero como que a Alura y a Anadi no les agradaba del todo la idea.
Pasaron varios días parecían ser tan cortos pues la pasaban muy bien en el transcurso de lo que llevaban del viaje, pero Alura y Anadi notaron que algo raro tenia Milka pues estaba muy distraída y parecía casi ser la esclava de Yekisca, así que decidieron investigar y descubrieron que Yekisca era muy envidiosa y no le gustaba compartir las cosas con Milka, así que ella le estaba dando unos panes que tenían polvos de una planta muy antigua y poderosa y hacia que quien quisieras cayera en tu poder y lo manipularas.
Alura y Anadi decidieron ayudarla pues habían corroborado que la mala espina que tenían acerca de Yekisca era cierta pues no trataba bien a Milka y lo peor es que ella no se daba cuenta pues estaba hechizada, Alura y Anadi corrieron a buscar a Isul para que juntos buscaran la planta azul que era la única que podría curar a Milka. La encontraron y volvieron para dársela a Milka, Yekisca no estaba con ella así que fue fácil curarla, en cuanto llego Yekisca Milka solo le dijo que no quería verla mas y así lo hicieron pues no podían permitir que alguien le hiciera algún daño al otro. Conforme pasaba el tiempo se caían mejor y sentían que algo crecía dentro de ellos, algo como las hermosas flores que crecían en primavera en sus campos cerca de la gran callampa.
Pasaron a la siguiente parte del mapa pero había un problema el mapa se dividía en cuatro caminos que daban al mismo lugar estos caminos se llamaban “los caminos de Reppa” pero debían pasar por todos y pensaron en ir por todos e ir juntos pero les quitaría mucho tiempo y Milka quería llegar pronto así que tomaron la decisión de separarse pero quedaron de acuerdo para verse en el punto del mapa que estaba señalado por una cascada azul y chispeante, se miraron entre todos, se quedaron cayados por un momento y decidieron irse separados para ahorrar tiempo se despidieron y desearon buena suerte en sus respectivos caminos y partieron.
En estos caminos cada uno descubrió algo nuevo de si mismo y también de los humanos que eran una raza muy compleja. Pasaron por distintos desafíos que lograban resolver pues se iban encontrando con personas que los apoyaban.
Milka también se encontraba en su respectivo camino descubriendo cosas nuevas que la dejaban maravillada, asombrada y en algunos casos la asustaban pero ya no como cuando fue a la “riada-cunse” ahí si que tuvo muchas aventuras.
Mientras seguía recorriendo el camino se encontró con una duende que se llamaba Isbell ella parecía muy despistada y así lo era pues le había preguntado a Milka si sabia como llegar al otro lado del camino, Milka le dijo que ella iba también para haya – ¿entonces me puedo ir contigo?- le pregunto Isbell, -claro- le respondió Milka aunque pensaba que esa duendecilla era muy rara a su punto de vista, pero aun así le cayo bien, de inmediato se captaron buena vibra.
En el camino todo iba bien aunque tuvieron unos percances con unas duendes gemelas que al principio fueron muy buenas con ellas pero poco a poco se portaron mal con ellas pues descubrieron que no se llevaban tan bien, bueno eso es lo que parecía suceder por que una de ellas manipulaba a la otra y la otra todavía le quedaba un poco de bondad que poco a poco se le fue quitando y se fue volviendo mas y mas vieja y un poco fea, la otra ya estaba un poco fea pues ya se había portado mal sobre todo con Isbell.
Seguían recorriendo su camino y seguían pasándola muy bien el camino fue muy ameno y rápido. De repente vieron que ya habían llegado al punto de encuentro y fueron llegando los demás, se saludaron y empezaron a platicar sobre lo que habían hecho cada uno mientras presentaban a los demás seres que habían conocido en este tiempo y por supuesto contar que había hacho cada uno. Para unos fue bueno, para otros normal pero para Milka fue uno de los mejores lugares a donde haya ido antes, aquí descubrió cosas de su interior que no podía haber encontrado en algún otro lugar, aunque a veces la abandonaran y se sintiera triste la enseñanza ya había sido adquirida.
Una vez juntos vieron el mapa y solo les faltaba un lugar era el lugar mas común que habían visto a comparación de los otros era una simple montaña en forma de nube y se dirigieron ahí.
En el camino Milka conoció a otra duendecilla llamada Nussa que a pesar de no tratarla bien buscaba los mismo que ella así que platicaron, fue lo mas breve que puede pasar una cosa y Milka tenia un presentimiento bueno que esperaba que se hiciera realidad, así que la invito a que se uniera a la búsqueda del ultimo lugar que el mapa viejo señalaba.
Todos siguieron su camino hacia el final del mapa caminaron muchísimo, se cansaron, rieron, lloraron, tuvieron diferencias, siguieron aprendiendo del otro y de las cosas cada vez algo mas y mejor hasta que un día llegaron.
Se plantaron frente a la cueva y decidieron entrar una vez ahí vieron una luz, la mas hermosa que nunca habían visto en sus vidas, era lo mas bello que habían observado a lo largo de este viaje y decidieron acercarse ahí, una vez cerca encontraron un pequeño capullo de un tulipán el cual se fue abriendo poco a poco de la manera mas bella y sutil que hizo que hasta sintieran calos fríos en su cuerpo, y dentro de este había una hermosa estrella que no dejaba de brillar y en cuanto la tocaron su brillo ceso y apareció en ella una inscripción la cual decía “ si estas aquí en el lugar de la estrella mágica, es por que has encontrado lo que buscabas, pues no es necesario tocarla sino sentirla dentro de ti y ver alrededor” al principio Milka no entendió, la tenia en sus manos se sentía muy bien y lo que descubrió cuando vio a su alrededor es que se encontraba rodeada de un enorme y el mas preciado de los tesoros que había encontrado hasta ese día , la amistad de esos duendes que eran sus amigos.
De nuestra amiga Elizabeth Camaz, 19 años.
Categoría: Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles