Saltar, saltar y saltar.. todo en la vida es saltar y saltar, pensaba un poco angustiado el conejo Harry, que era de hermoso pelaje blanco como la nieve y con una nariz rosada y muy olfateadora que hacia graciosos movimientos al respirar, sus largos bigotes con el viento se mueven tanto que a veces le picaban sus grandes ojos azules y claro muy útiles pues con tanta zanahoria que come tiene una perfecta vista.
Es un poco gordito pero de una gran agilidad por eso cuando su mama le pedía que hiciera algo, Harry saltaba y saltaba hasta terminar con el cometido. En la escuela Harry era la estrella del equipo de atletismo pues con su velocidad no había oponente alguno que lo venciera y en la disciplina del salto, jajaja, nadie quería competir contra él, pues saltaba más que todos en el mundo.
Sin embargo había algo que tenía inquieto a este hermoso conejito ¿es acaso saltar todo en la vida?
Un día visito al búho, que tenía fama de ser muy sabio, y le preguntó lo que tanto le daba vueltas en la cabeza, el búho le dijo lo siguiente: “querido conejito Harry, si fueras un pez seguramente me preguntarías si nadar lo es todo, si fueras un halcón querrías saber si volar lo es todo, claro que saltar no es todo en la vida, hay cosas más importantes que con el tiempo aprenderás y cuando eso suceda no te importará saltar o nadar o volar.”
La respuesta no fue muy satisfactoria para Harry quien salió de ahí más confundido que antes, camino por el bosque de regreso a casa cuando de pronto, al ir tan cabizbajo y pensativo, al brincar por un pedregal sobre el río, «splash» cayo al agua lastimándose una pierna, aunque como pudo, logró agarrarse de un tronco y gritar pidiendo auxilio, un pez oyó los gritos de Harry y se acerco para ayudarlo diciendo «nadie es mejor que yo para nadar» yo te ayudaré, pero no pudo, pues era muy pesado y al cargarlo e intentar nadar el pez no podía con ambos, un gran halcón paso por el lugar y también se acerco diciendo, «nadie vuela como yo por los aires a una gran altura y gran velocidad» pero no pudo elevar el vuelo cargando a Harry. En un árbol sobre la ladera del río estaba postrado el búho y usando su sabiduría les dijo lo siguiente: “pobre conejito Harry, que rápido te has dado cuenta que nadar, volar o saltar no lo es todo en la vida.”
Entonces reflexionando el conejito le pidió al pez q se acercara para montarse sobre él mientras el halcón lo tomaba por los hombros y con la pata que tenia buena se impulsaba hasta llegar a la orilla y ponerse a salvo, jajaja, se reían los tres amigos, lo sabía pensaba Harry, hoy aprendí que uno no puede hacer todo solo, que juntando las habilidades de otros y trabajando en equipo se logra cualquier cosa que te propongas. Jajaja, lo sabía, saltar y saltar y saltar no lo es todo en la vida, pero sirve para ayudar a otros. Ayudar, ayudar y ayudar a otros, eso si que es todo en la vida de ahí en adelante el conejo Harry saltaba y ayudaba a cuanto animalito se lo pedía. Saltar y saltar y ayudar y ayudar es muy divertido.
De nuestro compañero Eduardo Perez Valencia, 39 años.
Categoría: Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles