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Sep.2008
Un perro de caza se encontró con un león y partió en su persecución. Pero el león se volvió rugiendo, y el perro, todo atemorizado, retrocedió rápidamente por el mismo camino. Le vio una zorra y le dijo:
– ¡Perro infeliz! ¡Primero perseguías al león y ya ni siquiera soportas sus rugidos!
Cuando entres a una empresa, mantente siempre listo a afrontar imprevistos que no te imaginabas.
Categoría: Cibercuentos, Fábulas sobre la Tolerancia