Había una vez, un rey y su esposa que querían una niña, pero no la tenían. Un día Dios les envió una hija a la cual le pusieron de nombre “Vanesa”. La niña era un poco extraña porque uno de sus brazos era de oro, el doctor que había controlado el embarazo y el parto, dijo al rey que la reina debió a ver tenido algo para que Vanesita naciese con el brazo de oro.
Cinco años después Vanesita todavía tenía el brazo de oro y además era muy solidaria. Un día comenzó a tener otro poder, todo lo que tocaba lo hacia desaparecer. Un día, la reina y el rey desesperados de ver como la gente rechazaba a su hija porque todo lo que tocaba se desaparecía, decidieron encerrarla en su cuarto y decidieron llamar a un hada madrina que cura a las princesas y a los príncipes. Desgraciadamente la hada madrina no la pudo curar no había ningún motivo por el cual la princesa Vanesa hubiera nacido así.
Cinco años mas tarde la princesa quería abrazar a sus padres, conocer otros lugares del palacio pero no podía, sino, todo lo que tocará desaparecería y eso para ella era muy triste, pues si algún día se atrevía a tocar a sus padres, desaparecerían, ni siquiera podía tocar el piso, una noche la princesa deseo que todo lo que tocara se convirtiera en oro si ella lo deseaba, para así poder ayudar a los pobres. A la mañana siguiente se dio cuenta de que solo lo que ella deseara que se volviera oro se volvía oro, la niña corrió muy feliz al cuarto de sus padres sus padres muy asombrados y felices agradecieron a Dios y comprobaron que para él nada era imposible.
Así la princesa con su brazo de oro logro ayudar a la gente pobre volviendo lo que ellos desearan que se volviera oro para que ellos lo vendieran en otros países.
De nuestra compañera Angie Daniela Velasquez Gazon, 12 años
Categoría: Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles