Un ateniense endeudado, apremiado por su acreedor para que le pagara su deuda, le pidió a éste que le concediera un corto plazo con el pretexto de que se hallaba en apuro; mas no logrando convencerle, trajo la única marrana que poseía, disponiéndose a venderla en presencia de su acreedor.
Llegó un comprador preguntando si la marrana era fecunda.
– Tan fecunda es – respondió el deudor- que hasta es extraordinaria: en las mañanas pare hembras y en las tardes pare machos.
Asombrado el comprador por lo que oyó, el deudor le exclamó:
-¡No te asombres tanto aún, porque esta marrana, además, te dará cabritos en las noches!
La desesperación es causa de grandes mentiras.
Vocabulario:
Ateniense: Persona que nació en Atenas. Premiado: Necesitado. Acreedor: Persona a la que se le debe un dinero.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad
Un cuervo que había caído en un cepo prometió a Apolo que le quemaría incienso si lo salvaba; pero una vez liberado de la trampa olvidó su promesa.
Capturado de nuevo en otro cepo, dejó a Apolo para dirigirse a Hermes, prometiéndole también un sacrificio. Mas el dios le dijo:
— ¿Cómo voy a creerte ahora, miserable, si ya engañaste y renegaste de tu primer señor?
Si por nuestra voluntad faltamos a nuestra primera promesa, no tendremos oportunidad de que nos crean una segunda.
Vocabulario:
Incienso: Sustancia que se quema y desprende buen olor.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad
Buscando un cazador la pista de un león, preguntó a un leñador si había visto los pasos de la fiera y dónde tenía su cubil.
-Te señalaré el león mismo. -dijo el leñador.
-No, no busco el león, sino sólo la pista- repuso el cazador pálido de miedo y castañeteando los dientes.
Si quieres ser atrevido en las palabras, con más razón debes ser valiente con los actos.
Vocabulario:
Cubil: Hogar en el que vive un animal.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad
Se hallaban dos jóvenes comprando carne en el mismo establecimiento. Viendo ocupado al carnicero en otro sitio, uno de los muchachos robó unos restos y los arrojó en el bolsillo del otro. Al volverse el carnicero y notar la falta de los trozos, acusó a los dos muchachos. Pero el que los había cogido juró que no los tenía, y el que los tenía juró que no los había cogido. Comprendiendo su argucia, les dijo el carnicero:
-Podéis escapar de mí por un falso juramento, pero no escaparéis ante los dioses.
Los falsos juramentos no dejan de serlo aunque se disfracen de verdad y tus remordimientos te seguirán.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad
Obligado por su dueño a bailar, un camello comentó:
— ¡Qué cosa! No sólo carezco de gracia andando, sino que bailando soy peor aún.
Usa siempre cada cosa para el propósito con el que fue creado.
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad
Había un palafrenero que robaba y llevaba a vender la cebada de su caballo; pero en cambio, se pasaba el día entero limpiándole y peinándole para lucirlo de lo mejor.
Un día el caballo le dijo:
— Si realmente quieres que me vea hermoso, no robes la cebada que es para mi alimento.
Ten cuidado de quien mucho te alabe, pues algo busca a cambio.
Vocabulario:
Palafrenero: Mozo o criado que cuida los caballos
Categoría:Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad
Etiqueta ayuda, caballo, esopo, fabula, honestidad, infantil, juvenil, palafrenero, valores