Categoría: Cibercuentos

Había una vez un gatito que vivía con su mamá gata y tres hermanitos. El gatito se llamaba Mauro y era muy desobediente.

Un día se fueron a pasear al campo y la mamá gata les dijo que no se separarán.  Pero Mauro no obedeció y se separó de sus hermanos.  De pronto se encontró solo en el campo y se acercaba la noche.

Hace  mucho, mucho tiempo  en  un  castillo  embrujado  vivía  una  abuelita  muy  tierna,  pero a la que todos  le  tenían  miedo porque su  casa  era  muy fea.

Todos decían  que estaba embrujada, pero era  mentira, era muy  bonita por  dentro.

La abuelita era tierna y muy bondadosa, y a un  niño se le calló su pelota y tuvo que ir a buscarla. La abuelita le dio la pelota y él le dijo gracias abuelita.
Y se hicieron muy amigos y fueron muy felices.

De nuestros amigos Mauri y Esteban, 11 años.

Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, había un pobre campesino que tenia 3 hijos. El campesino murió al poco tiempo de haber adquirido un gato, repartió su herencia entre sus tres hijos: al mayor todas sus tierras de agricultura, a su segundo hijo sus joyas y al menor su gato.

Érase una vez una niña que iba con sus padres andando por el bosque y la niña se quedó dormida de lo cansada que estaba de andar y sus padres también tenían sueño pero seguían andando.
Los padres no dejaban de mirar a la niña y cada vez que la miraban les entraba más sueño. Hasta que se quedaron dormidos los tres y cuando se despertaron se había hecho de noche y no sabían ir a casa y la niña tenía miedo y ninguno se acordaba del camino de vuelta a casa. Al final el padre se acordó de que había hecho un mapa y con el mapa volvieron a casa.

De nuestra amiga Marta, 7 años.

Esa es la pregunta que ahora me hago, pero dejen que primero les relate una historia.

En un mundo existían tres reinos, el reino del norte, el reino del oeste y el reino del oriente. Los tres vivían en paz y armonía. Hasta que un día el rey de oriente, el cual era el reino más poderoso murió. Dejando así el trono a su único hijo quien era despiadado e ingenuo. Este joven rey no podía entender por que su reino siendo el más poderoso y vasto de los tres tenía que ayudar a los otros dos. Por esta misma razón de un día para otro cortó toda la ayuda a los otros reinos.

Érase una vez, un ratón que quería ser conejo, pero no sabía cómo.

Un día se enteró que cerca del bosque vivía una bruja llamada Anacleta. La cual había convertido a un hermoso príncipe en conejo.

Érase una vez, en un pueblo muy chiquito en el que vivían dos hermanos. Uno se llamaba Leo y el otro Leonardo. Eran muy ingeniosos. Aunque suene algo raro, una vez construyeron una máquina que cambiaba los pensamientos. Era muy rara y peligrosa. Un día a Leo se le ocurrió una idea genial pero peligrosa. Mientras sus papás dormían, ellos les pusieron unos cascos. Presionaron un botón y después de unos instantes se los sacaron. El papá se despertó y dijo preocupado: