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Abr.2008
Gritaba un día una rana desde su pantano a los demás animales:
– ¡Soy médico y conozco muy bien todos los remedios para todos los males!
La oyó una zorra y le reclamó:
– ¿Cómo te atreves a anunciar ayudar a los demás, cuando tú misma cojeas y no te sabes curar?
Nunca proclames ser lo que no puedes demostrar con el ejemplo.
Categoría: Cibercuentos, Fábulas sobre la Honestidad