Al principio me molestó el enorme ruido causado por el arrastre de cajas, muebles y demás, después de algunos días me di cuenta que una pequeña de mi misma edad-diez años para ser exacto- Vivía con su padre. No fue hasta una semana después que comencé a hablarle por casualidad. Era una niña muy hermosa, de rizos grandes, cabello castaño, piel negra y aterciopelada como las princesas africanas, aun recuerdo aquel día ella se encontraba sentada en la banqueta fuera de su casa, tal vez fue su presencia o su gentil alma, la que me indujo a acercarme a ella , inicié entonces la conversación:
Desde aquel día nos hicimos los mejores amigos del mundo, íbamos en el mismo salón de clases, ella iba a mi casa y yo a la suya .Su padre era un hombre de negocios pero siempre se quedaba un rato a jugar con nosotros .El señor Bernardo papa de Mari Cris como yo le decía a María cristina. Era un señor alto de cabello oscuro y piel clara .Mari Cris siempre decía que sus cualidades eran una herencia de su madre.
En ocasiones cuando la clase era aburrida en una hoja del cuaderno dibujaba coloridas mariposa de colores y en las vacaciones de verano visitábamos lo jardines vecinos para ver a tan hermosos seres revolotear. Un día que fui a visitar a mis abuelos ya que ellos se dedican a la carpintería, mi abuelo me ayudo a hacer un cofre de madera y mi abuela lo pintaría de azul con mariposas blanca, a mi regreso le otorgue este cofre a Mari Cris, al día siguiente encontré una postal con mariposas revoloteando esta decía:
Y tu alma no encuentre consuelo
Toma esta postal y recuerda los momentos
Que vivimos juntos
Gracias
Mari Cris
La guarde sigilosamente para evitar las burlas de mi familia , un mes después y solo un mes después de tres años de mi vida juntos casi cuando íbamos a entrar a la secundaria , una aterradora noticia vino a nosotros .
Fue una tarde cuando corríamos por las aceras, ella se desplomo y se hizo evidente un sangrado nasal, aunque tenía muy poca fuerza para cargarla pero aun así la lleve a su casa, su papa la recibió y llamo al médico, pronto fui a mi casa a darle a mi familia la noticia… Mari Cris tenía cáncer.
Con la quimioterapia, niña de cabellos rizados y mejillas sonrosadas, perdía cada día su color, como cuando las rosas pierden sus pétalos o los árboles tiran sus hojas en otoño, pero sin embargo entramos a la secundaria juntos, siempre siendo amigos inseparables, yo la cuidaba con mucho esmero y la veía como una gema preciosa y delicada que no merecía rota ni maltratada.
Fue la entrada de la pubertad la que hizo enamorarme de ella, cuando me entere que se iba unos días a la ciudad para que la operaran me invadió la tristeza y justo el día que ella se marchaba, no pude resistirlo, un motón de sentimientos se acumularon en mi estomago, tal vez fue el descontrol del momento o el profundo latido de mi corazón que no me dejaba escuchar a mi cerebro, solo fue un instante antes de marcharse ,impulsivamente le bese sus labios y cuando me separe de ella ambos respiramos tan profundo , que descubrí entonces el primer amor inocente de la adolescencia , me abrazo tan fuerte subió al camión y solo saco una mano para despedirse.
Pronto llego una carta que la operarían muy pronto y volvería conmigo para ver las mariposas que revoloteaban en el jardín, seriamos novios a su regreso, además que me quería tanto, mas allá el infinito y yo no podía dejar de pensar en ella.
La noche de su operación recuerdo que rezaba por ella pero me quede dormido, fue algo raro, de repente miraba por a ventana de un hospital, después caminaba por un pasillo has la sala de operaciones, entre por ella y vi una niña de cara angelical y muchos doctores a su alrededor todo iba buen hasta que algo salió mal, la palpitaciones de la niña se aceleraban entonces vino un paro cardiaco, los doctores hicieron lo posible por salvarla pero no se pudo.
Al acércame a esa persona mi corazón predecía quien era, el miedo me inundaba, lo que nunca me había imaginado en la plancha estaba mi linda Mari Cris muerta .Desperté al sonar el teléfono, mi mama contesto y yo me encontraba sudando por aquel sueño, mama se quedo atónita, no dijo nada al ver su expresión solo dije: Ya esta en un mejor lugar.
Al día siguiente fue su funeral. No llore vi su ataúd blanco, Mari Cris parecía un ángel, su papa estaba destrozado, la misa fue tan emotiva, pero aun así no llore; Dios me había arrebatado algo tan bello de mi vida que solo sentía rabia en ese momento, mi pensamiento era que mi primer amor estaba diez metros bajo tierra, Después de aquel día todo cambio.
De don Bernardo no supe mucho, se fue de la ciudad dicen que murió de tristeza, otros dicen que no soporto ver a su pequeña muerta y se suicido.
Un mes después entre la confusión y la tristeza revise tarjetas de cumpleaños y curiosamente vi la tarjeta de mariposas revoloteando, no pude contenerme mas y llore amargamente hasta perderme en un profundo sueño, en este sueño se me apareció Mari Cris vestida de Blanco y traía una hoja de cuaderno, me abrazo, me beso y tomo la hoja y con suavidad la puso en mi mano, cuando desperté al día siguiente la hoja de papel era una nota que decía:
Mari Cris
Los años pasaron y me volví a enamorar, me case y mi
primer hija tenia cabello oscuro y rizado, piel negra y aterciopelada como la de las princesas negras del África, tiene sus dientes de perla y le puse de nombre María Cristina como el amor de mi vida, algo muy curioso y yo nunca he hablado de esta historia es que también le gustan las mariposas.
Categoría: Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles