Habían comenzado las vacaciones y Carlos y Clara estaban terminado de hacer su maleta para irse a casa del abuelo.
Ellos no querían ir, porque pensaban que se iban a aburrir mucho allí solos, sin sus amigos, sin embargo sus papas les decían que seguro que iban a ser unas vacaciones estupendas.
Llegaron a casa del Abuelo y este les recibió con un fuerte abrazo y una gran sonrisa, dejaron la maleta en su habitación y salieron a dar una vuelta.
Por la calle se encontraban con muchos niños pero ninguno jugaba con ellos, con lo cual, decidieron volver a casa.
Cuando llegaron estaban muy tristes y aburridos, el Abuelo que les vio pensó que tenía que hacer algo para que se lo pasarán bien y entonces se acordó del viejo taburete que estaba escondido en el desván.
El Abuelo cogió de la mano a Carlos y Carla y los tres subieron al viejo desván.
A Carlos y Carla aquel sitio les daba un poco de miedo pero, como estaba allí el Abuelo pronto se les paso.
El Abuelo les enseño el Taburete y les invito a que se sentaran. Carlos y Carla se sentaron y sorpresa ! el Taburete era Mágico.
Cada vez que te sentaban en él, el Taburete te hacía viajar a un lugar distinto, lugares todos ellos mágicos y divertidos donde conocías a mucha gente.
Como os podéis imaginar Carlos, Carla y el Taburete Mágico hicieron que aquel verano fuera inolvidable.
Algún día os contaran las aventuras que corrieron y los lugares mágicos que vieron.
Categoría: Cibercuentos, Cuentos Infantiles y Juveniles